María Chávez, diputada federal de Morena; “terminando mi cargo, me regreso a mi escuela”
- Redacción
- 15 may 2019
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° Fue amenazada durante el gobierno de Peña Nieto por oponerse a la evaluación magisterial; Nueva Reforma Educativa no la convence del todo, pero "es un avance".

Su acercamiento con Morena la hizo diputada federal, pero ala Maestra María Chávez Pérez la define más su vocación como maestra de primaria de la sección 18 de la CNTE, en el estado de Michoacán.
En 17 años de dar clases ha emprendido recorridos de cinco horas para llegar a su aula; ha pagado hasta el papel higiénico de los sanitarios escolares y recibido amenazas de cesarla por negarse a la evaluación magisterial implementada durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Pese a ello asegura que “vale la pena ser maestro. Lo que hay que hacer es luchar por tener beneficios colectivos y en favor de que los niños tengan acceso a mejores planes, programas y servicios”.
La nueva Reforma Educativa avalada por la LXlV Legislatura ha quedado mucho a deber. Si bien, elimina la aprobación de exámenes como condición para mantenerse frente a un grupo, mantiene la evaluación de ingreso y el organismo que se encargará de supervisar la mejora continua del sistema educativo nacional no la satisface.
“La de Peña estaba reprobada. Nos querían evaluar, mientras usábamos libros de texto como uno de tercer grado en el que se afirmaba que los movimientos de traslación y rotación de la tierra duraban 365 días. A esta que aprobamos le doy un 6 o 7 de calificación, elimina el castigo y contempla la restitución de maestros cesados. Es un avance pero no es lo óptimo”, afirma.
María comenzó a dar clases en 2002 en un Colegio de Bachilleres. En 2009 obtuvo su plaza de la SEP. Su primera escuela estaba en Villa Madero, un municipio de Michoacán al que tardaba cinco horas en llegar “parte en coche y parte en caballo”.
La Reforma Educativa de Peña la topó dando clases en la primaria Ingeniero Lázaro Cárdenas del Río ubicada en la ciudad de Morelia. Protestó contra ella, estuvo a punto de ser cesada, pero su sección magisterial detectó que las convocatorias a los exámenes de evaluación carecían de sellos y firmas.
Llegó a la Cámara de Diputados y ahí se pronunció contra la reforma apoyada por la mayoría de su grupo parlamentario. Incluso, pidió a su coordinador, Mario Delgado, acercarla con el secretario de Educación, Esteban Moctezuma, para entregarle documentos de quienes, producto de la corrupción tenían tres plazas.
“Nunca me dieron cita”, recuerda.
La batalla perdida a medias no la arredra y asegura que dará la batalla en las leyes secundarias para conseguir mejores condiciones para los maestros y que su carrera en la educación no está cerrada.
“Terminando esto yo regreso a mi escuela”, concluye.
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