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EN LA OPINIÓN DE GERARDO HERRERA // La espiritualidad.



Por Gerardo A. Herrera Pérez.


Este primero de diciembre, en medio de algarabía y una amplia aceptación del presidente constitucional Andrés Manuel López Obrador, éste participó en el acto ceremonial de Toma de Bastón de Mando originario, y con ello, confirmó que lo indígena sigue vivo entre los pueblos originarios y acepta el respetar sus usos y costumbres.


El proceso de Toma de Bastón de Mando esta permeado por una ceremonia ancestral en donde juegan un papel fundamental los elementos de la tierra (agua, aire, suelo, flora, fauna), los caracoleros, los ancianos en las reflexiones para pedir permiso a la Madre Tierra para la ceremonia de la Toma de bastón de mando, así como la comunidad.


De esta manera, el ritual de Toma de Bastón de Mando permite que todos y todas se hermanen pidiendo, fuerza y fortaleza para tener la visión y pensamiento para quien recibe éste y llevar a buen puerto a los hermanos y hermanas indígenas, todos hijos de la Madre Tierra.


De esta manera se honra a la Madre Tierra a través del círculo sagrado donde se le reconoce por los frutos que da a la humanidad, se le honra como una sola unidad, un solo rezo, un solo corazón. La ceremonia, y a través de la música y canto, se expresa que existe una celda que el mundo no conoce, y es que ahí se encuentra la fuerza del espíritu, ahí se encuentra todo su poder. Ya los abuelos y las abuelas expresa el canto y los bastones en círculo han formado, para dar fuerza, valor y voluntad.

Posteriormente se realiza un acto formal para la entrega del Bastón de Mando, donde hay un exhorto para quien recibe el Basto de Mando para impulsar sus actividades, siempre escuchando con respeto, con humildad a todas esas voces de los ancianos de las comunidades, para luchar en la defensa de sus intereses comunales, para luchar a favor del respeto.


La ceremonia se encuentra envuelta en un proceso holístico, que significa la fuerza, el valor, la voluntad de cada uno de los que viven en la Madre Tierra, los que viven en la espiritualidad; aquellos que viven de los espíritus que dan aliento, que dan viento, que dan libertad, porque la espiritualidad es parte fundamental de la vida de aquello que hace respetar a los seres vivos, pero también de lo comunal.


La espiritualidad que ayer se vivió en la ciudad de México, la interpretamos como una energía vital, que arrastra las emociones, los afectos en el ejercicio de la hermandad, el carácter que debemos de tener para luchar por lo nuestro, lo originario, pero también el amor, el coraje y la firmeza.


Fue el viento que libera a cada alma que participó. Los pueblos y comunidades indígenas que habrá de defender el presidente Andrés Manuel López Obrador, son pueblos que se han negado a desaparecer, pese a la discriminación, violencia, robo y saqueo de sus recursos, de querer acabar con la sabiduría ancestral, de acabar con las costumbres y los conocimientos milenarios, y han logrado permanecer gracias a la espiritualidad y a la sabiduría que se tiene.


Estos pueblos originarios seguirán existiendo gracias a la espiritualidad, que se reproduce en cada uno de los corazones, en las mentes de hombres y mujeres, pero sobre todo en la conciencia de todos los pueblos originarios. Bajo esta ceremonia, el presidente López Obrador asume un gran compromiso, una gran responsabilidad, y es impulsar lo que desde hace más de quinientos años se les negó a los pueblos originarios la dimensión espiritual, rompiendo el lazo sagrado que nos une como hombres y mujeres y que es la vida y la Madre Tierra.


La espiritualidad encierra pues, el gran compromiso para dar viabilidad a esta humanidad, para dar viabilidad a quienes habitan este mundo, encierra el secreto de respetar al sol, a la luna, a la tierra, a la lluvia que moja nuestra humanidad, de respetar la vida de todos los seres vivos; la espiritualidad es como dice Eduardo Galeano, la espiritualidad es la vida, es un conocimiento que va del corazón a la mente y de la mente al corazón, está presente en cada rincón de la naturaleza donde palpita el espíritu de la vida; entonces aprendamos a conversar con la espiritualidad que habita en las plantas, en los animales, en las cascadas, en el sol, la luna, el arcoíris, los ríos, las cascadas, así la espiritualidad es una actividad social y cultural que nos ayuda a descubrir la profunda alegría de la existencia.


La espiritualidad ya ha sido incluida normativamente, como ya se hizo en las constituciones de Bolivia y Ecuador, en el modelo del Buen Vivir y los derechos de la Madre Tierra y la espiritualidad.


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Desde el 01/Ene/2019

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